En los últimos años hemos visto fotografías de modelos con un rasgo muy particular: un hueco entre los dientes. Es tan común verlo en el mundo de la moda y del cine que pareciera que se estuviera poniendo “de moda”.
Esos “huecos” se les conocen como diastemas, que es la separación que existe entre dos dientes. Un hueco que suele aparece, sobre todo, entre los incisivos superiores dentales. Los diastemas son muy comunes entre los niños que han perdido sus dientes de leche y cuya dentadura definitiva se está desarrollándose. Que esto ocurra en los más pequeños no es preocupante, ya que es un indicativo de que la dentadura “de adulto” tendrá espacio suficiente para colocarse correctamente. Sin embargo, entre adultos, es más que recomendable corregirlo, ¡y no solo por una cuestión estética! sino también, para prevenir la acumulación de placa que puede conllevar otros problemas, como las caries.
La buena noticia es que existen métodos para corregir las separaciones dentales, con técnicas no invasivas que consigue un resultado excelente sin necesidad de dañar el esmalte. Un tratamiento que permite lucir una mejor sonrisa y proteger la dentadura.
Causas de los diastemas.
Las razones por las que aparecen esos huecos pueden ser por dientes demasiado pequeños o por exceso de espacio en el arco dental. También puede ocurrir que un diente mal colocado provoque un diastema o que la pérdida de uno haga que se muevan las piezas dentales más cercanas.
Cierre de diastemas ¿en qué consiste?
Aunque existe ortodoncia para corregir la separación dental, otras técnicas como la reconstrucción mediante composite ayudan a solucionar el problema. Se trata de una técnica no dañina que permite mejorar la estética de la sonrisa, en el que se aplica dicho composite para ensanchar los incisivos. Es un método indoloro y eficaz en una sola sesión.
Según la circunstancia, otras maneras para corregir diastemas son los implantes dentales o practicar una frenectomía, en el caso de que la separación dental esté provocada por un frenillo labial largo. La frenectomía consiste en acortar el frenillo para aliviar la presión sobre los incisivos.